viernes, 11 de noviembre de 2011

Ni blasfemar ni bailar


Siempre con las prohibiciones. Vale, blasfemar aún, pero bailar... ¿qué daño puede hacer?

La foto corresponde a la escalera que sube a los diferentes comedores de la casa del ermitaño del santuario de la Virgen de la Peña en Aniés, Huesca.

Dos orillas

Estas dos fotos nunca se pensaron para ser unidas. La lluvia nos acompañó todo el camino hasta el pantano, pero dentro del bosque pocas gotas llegaban a la cámara. Al salir de él tuve que guardar la cámara por precaución. Al llegar al centro de la presa y ver este espectáculo me dió igual la lluvia, saqué al cámara y disparé a discreción a todo aquel detalle que me era bello, con diferentes encuadres y distancias focales. Así, entre la foto de la izquierda y la de la derecha hubo otras más, con la "fabriqueta" más cerca y más lejos, los colores del bosque, el fondo del valle visto de espaldas al pantano, etc. y moviéndome algunos metros en la presa entre foto y foto.

A la hora de publicar la foto del momento dudé. Primero elegí la de la derecha, con esos colores de las hojas de los árboles, y el rojo de las hojas cubriendo el camino al borde del pantano. Pero la fabriqueta quedaba demasiado a la izquierda para mi gusto, en una composición algo extraña. La de la izquierda también estaba bien, con los diferentes colores de los árboles, las nubes bajas tapando la ladera de Les Agudes, y la fabriqueta en una posición más natural. Pero en cambio no me gustaban los árboles de la orilla.

Entonces me di cuenta que, por casualidad, ambas fotos las había hecho con la misma focal y la misma exposición, la fabriqueta quedaba a la misma altura, y además la línea que marca el horizonte estaba igual, de modo que se podían unir. Así que eso hice, unirlas, y además subí un poco la saturación de rojos, amarillos y verdes para resaltar los colores, pero sin alejarlos de la realidad. Y éste es el resultado.