sábado, 5 de mayo de 2012

Desde dentro

Las cuevas inspiran miedo y a la vez atracción. Miedo por la oscuridad y por no saber qué peligros ocultan, y fascinación por querer descubrir los tesoros que esconden. Pura contradicción.

La fuente del Foradot, en Mura, debe su nombre a la pequeña cueva que hay detrás de la caída de agua. En sus paredes quedan las marcas de las estalactitas que hubo en un tiempo y que la acción del hombre han hecho desaparecer.


Destino incierto

Unas vías que no van a ningún sitio, pero que alguien puso ahí para traer el futuro. Ese futuro nunca llegó, y el pasado es sólo una huella. El futuro no se trae, sino que se crea desde el presente.


Cansado de dar descanso

En pleno mes de agosto la ciudad amurallada de Carcasona es un hervidero de turistas. Es muy difícil encontrar un rincón vacío. Estos viejos bancos están en un rincón soleado entre la muralla y una plaza repleta de restaurantes. El duro sol del verano a mediodía mantiene a la gente a raya, en la sombra.