El puente de diciembre del 2011 aproveché para visitar Lisboa, una ciudad no muy lejana que hacía tiempo que me aoetecía conocer. Y valió mucho la pena hacerlo porque me enamoré de esta bonita ciudad y de todos sus rincones.
Ir a Lisboa es como retroceder al pasado. Las casas y comercios de los barrios como Alfama o el famoso Bairro Alto conservan la esencia de los años 50 o 60 del siglo pasado. El pavimento y las aceras con esos característicos adoquines blancos, los tranvías y elevadores, los abundantes "castanheiros" que parece que fabriquen la niebla que envuelve la ciudad en los fríos días de invierno. No puedes parar de hacer fotos. La foto que abre el post corresponde al Bairro de Santa Catarina. La siguiente es la famosa torre de Belém, a orillas del río Tajo.
Un "castanheiro" creando ambiente en el barrio de Baixa.
El elevador de Glória, en el barrio de Chiado, es uno de los más fotografiados.
El mismo elevador, pero de noche.
Y finalmente una vista de Lisboa desde el parque Eduardo VII.
Sin duda volveré.
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Lisboa, Portugal.
domingo, 23 de agosto de 2015
Postales de viaje: Lisboa 2011
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