martes, 22 de noviembre de 2011

Sin humos

Y en silencio, sin romper el encanto del otoño en un hayedo después de la lluvia.

Le vieux pont

Los dos extremos del puente colgante de Mirabeau que fue destruido definitivamente en un bombardeo de la 1ª Guerra Mundial.

Este lugar fue un paso estratégico incluso en la baja Edad Media, cuando se cruzaba el río Durance por medio de una barca unida a las dos orillas por una cuerda. Había que pagar un peaje por cruzar, y era tan rentable que el puente se reconstruyó y remodeló las veces que fuera necesario.

La reconstrucción a la que pertenecen estos pilares costó 210.000 francos, y el peaje rendía 28.000 francos al año. Un buen negocio. Ahora cruzar el río es gratis.