No hay nada más bello que un atardecer rojo como el fuego. Las nubes azuladas se empiezan a teñir de amarillos y anaranjados, de repente pasan a rojo fuego y la luz se desvanece en la oscuridad del negro, sin que apenas te dé tiempo a hacer unos pocos disparos con la cámara. Y aunque uno diga "visto uno, vistos todos", estos atardeceres siempre nos arrancan una exclamación de asombro.
sábado, 3 de diciembre de 2011
En la sombra
Les Baux-de-Provence es considerado uno de los pueblos más bellos de Francia, y también da nombre a la roca "bauxita", de la que se extrae el aluminio. Lo que fue un pueblo medieval en lo alto de una roca, con casas construidas dentro de ella, y cuna del protestantismo en el siglo XVII, hoy en día es un "village" turístico repleto de tiendas y turistas, donde es casi imposible hacer una foto sin que salga nadie en ningún rincón.
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