sábado, 4 de febrero de 2012

Dejen pasar

Uno de los méritos de las fotos que hice en Èze fue conseguir que no saliera nadie en ellas. Lo cierto es que es un lugar turístico, muy turístico, y en pleno agosto y con muy buen tiempo no había rincón donde no hubiera nadie. Tenía que tener la cámara preparada y ser muy observador para encontrar rincones solitarios, aunque sólo fuera durante un instante. Aún así, al final de este callejón estaba a punto de aparecer un turista en escena. ¡Dejen pasar!


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