A diferencia de otros puertos donde parece que se exhiban los grandes yates, en el de Barcelona parecen estar escondidos, aunque eso va a cambiar en breve por la construcción de la nueva Marina Port Vell que dará cobijo a los megayates y a sus propietarios. Éste es el Pelorus, el 22º más grande del mundo, con 115 metros de eslora, 17 de manga, 4,7 de calado y 2 helipuertos. Tiene una tripulación de 46 personas y hay sitio para 22 viajeros. Fue encargado por un hombre de negocios saudí, que luego lo vendió a Román Abramóvich. Éste hizo algunas modificaciones, como añadirle el segundo helipuerto, y lo prestó a amigos y a jugadores del Chelsea, hasta que se aburrió de él, mandó construir el Eclipse, el mayor yate del mundo, y vendió el Pelorus al productor de cine norteamericano David Geffen.
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Barcelona.
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