Durante décadas la cementera de Vallcarca, inaugurada en 1903, ha ido cubriendo de cemento su entorno. Recuerdo muchos años atrás, de pequeño, cuando aún vivía alguien en la colonia de la fábrica y pasaba en coche por la carretera de "las costas de Garraf", a medida que nos acercábamos aquí veía cómo en las cunetas se acumulaba más y más cemento, y la vegetación era totalmente gris, y al alejarnos iba desapareciendo el cemento y lo verde volvía a ser verde. No me imagino lo que debían respirar las gentes que vivían allí hasta que la colonia fue despoblada a finales de los años 70. A los pocos años dejaron de para trenes en su apeadero. Ahora hace tiempo que la actividad de la fábrica ha disminuido, e incluso creo que ha parado por completo. El verde vuelve a resurgir aquí. Al fondo, sobre el horizonte, la contaminación del área metropolitana de Barcelona.
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Vallcarca - Sitges, Barcelona.
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