martes, 4 de junio de 2013

Auditorio

A veces no hace falta ir muy lejos para encontrarse con la naturaleza. Basta con bajarse en el apeadero de Vallvidrera, a una parada de la urbe de Barcelona, y adentrarse un poco en el bosque para escuchar el canto de los mirlos.

---
Vallvidrera, Barcelona.


No hay comentarios:

Publicar un comentario