viernes, 7 de septiembre de 2012

Calor para llevar

A diferencia de España, donde es cada vez más difícil ver castañeras en otoño, Lisboa está repleta, y casi cada dos esquinas te encuentras un puesto de venta. La manera de prepararlas también es diferente, ya que mientras en España la cáscara está tostada, en Lisboa está prácticamente carbonizada, y el interior se deshace en la boca.

Igualmente era curioso ver la ciudad sumergida en la niebla y las columnas de vapor que salían de los castanheiros, como si fueran ellos los responsables.


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