Normalmente en nuestro país se tiende a instalar los cementerios lejos de la vista de las personas, como si se quisieran ocultar. Antiguamente estaban en la entrada de las iglesias y caminar entre las lápidas resultaba de lo más natural, pero ya no es así, supongo que por salubridad o a saber por qué. El cementerio de Siurana está detrás de la iglesia, entre ésta y el barranco que se eleva sobre el pantano. Para acceder a él hay que dar toda la vuelta, y saber que se encuentra allí.
Y que conste que el azar también ha querido que esta foto muestre una verja cerrada en un lugar religioso, al igual que la de esta mañana.
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Siurana, Tarragona
domingo, 16 de junio de 2013
Campo santo
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